sábado, 24 de febrero de 2024

PATRIMONIO DE HÍJAR DESAPARECIDO (5 y último) MONUMENTOS, OBRAS MAESTRAS Y DOCUMENTOS DE HÍJAR QUE SE PERDIERON PARA SIEMPRE . Autor : Enrique Garralaga Robres .



5.- Otros edificios de carácter religioso en Híjar.-

Los milicianos anarquistas que quemaron todo lo que había en el interior de nuestra Iglesia parroquial, pensaron que este edificio podría tener alguna utilidad, y servir como garage o como almacén. Por esta razón, no lo destruyeron. Tampoco se derribó la torre, sino que se le quitó el pequeño tejadillo y la cruz que la coronaba, para que así, al estar descubierta su parte superior, se pudieran instalar allí una ametralladora y un observatorio, para avistar a la aviación enemiga.

Con los demás edificios religiosos sucedió lo mismo. Las Iglesias de S. Blas, S. Antón, S. Valero, así como las Ermitas del Carmen, Sta. Bárbara, S. Isidro, S. Joaquín, etc, sufrieron la destrucción de su interior, pero no la de los correspondientes edificios, que se pensó que podrían tener alguna untilidad. Por supuesto, fueron destruidas todas las imágenes de las numerosas capillas que había repartidas por el pueblo o por el monte.

Peor suerte corrió la bonita Iglesia de S. Blas, construida en 1513 por orden de D. Luis Fernández de Híjar, Señor de la Villa e hijo del primer Duque de Híjar.


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Fotografía 5: La Iglesia de San Blas de Híjar

Los republicanos, en 1936 arrasaron su interior, pero no el edificio en sí. Sin embargo, fue el ejército de los “nacionales”, su ejército enemigo, quien lo destruyó por completo. La aviación italiana, para facilitar el avance de las tropas de Franco, bombardeó Híjar en 1938, causando la ruina de muchos edificios civiles y bastantes víctimas. No se libró la Iglesia de S. Blas, que quedó totalmente destruida. No se ha vuelto a reedificar.


PATRIMONIO DE HIJAR: IGLESIA DE SAN BLAS AÑO 1938.

Fotografía 6: La Iglesia de S. Blas tras el bombardeo


6.- Otras Iglesias construidas por los Duques de Híjar.-

Los días 15, 18 y 20 de diciembre de 2016 se publicó un artículo mío en “eshijar”, dividido en 3 partes, titulado: “Los habitantes de Híjar en 1495”. En él, comentaba que el Rey Fernando el Católico ordenó realizar un “fogaje” (hoy se dice un censo) de la población de Aragón, cuyos datos aún han llegado hasta nosotros. Estos datos son muy interesantes para los hijaranos; por ejemplo, en la entrega del 20 de diciembre de 2016 en “eshijar” aparecen los nombres y apellidos de todos los cabezas de familia que habitaban en Híjar en el año 1495. Es agradable comprobar que muchos de los apellidos que veíamos allí, aún son comunes hoy en día.

En la Villa de Híjar, hacia 1490, había 171 fuegos (casas habitadas) por cristianos, 40 fuegos musulmanes, y unos 50 fuegos judíos. Por lo tanto, en Híjar a principios del siglo XV había Iglesia, Mezquita y Sinagoga. La Iglesia y la Sinagoga aún perduran, (esta última, gracias a que se convirtió en ermita cristiana), pero de la Mezquita antigua tan solo hay noticias; no quedan ningún resto ni se sabe el lugar exacto que ocupaba.

Recordemos que entonces también pertenencían a los dominios de los Duques de Híjar las poblaciones de  La Puebla de Híjar, Vinaceite y Urrea de Gaén. Desde 1837, estos tres ultimos municipios son independientes, pero hasta entonces pertenecieron al Ducado de Híjar. En la entrega del 18 de diciembre de 2016 en “eshijar” del artículo mío que he citado antes, aparecían estos datos: en Urrea de Gaén había 52 fuegos; en la Puebla de Híjar, 69 fuegos, y en Vinaceite, 32 fuegos, absolutamente todos ellos habitados por moros. Lógicamente, en estas tres poblaciones no había ni Iglesia ni Sinagoga; solo había Mezquita.

Los judíos fueron expulsados en 1492. En 1610 ordenó el Rey Felipe III la expulsión de todos los moriscos del Reino de Aragón que no quisieran convertirse a la religión católica, lo que causó la marcha de casi todos ellos, para desesperación del II Duque de Híjar, que intentó frenar esta medida, sin conseguirlo, lo que le causó muy serios problemas económicos. Al tener que irse los moriscos, que eran gente laboriosa y no conflictiva, quedó abandonada mucha tierra productiva, además de que también emigraron muchos artesanos diestros en albañilería, tejedores, guarnicioneros, etc. 

Los Duques tuvieron que recurrir al nada fácil remedio de atraer nuevas familias cristianas a sus tierras. Los actuales habitantes de Urrea, La Puebla de Híjar y Vinaceite, no son descendientes de los moros que antaño vivieron en estos municipios, sino de los cristianos con los que se repoblaron posteriormente, a partir de la segunda mitad del siglo XVII.

Los nuevos pobladores de La Puebla de Híjar, Urrea y Vinaceite se encontraron con que eran cristianos, pero vivían en poblaciones en las que no había ninguna Iglesia. En 1758, cuando heredó todos los estados y títulos del Ducado de Híjar el IX Duque, D. Pedro de Alcántara Fernández de Híjar, que fue un prototipo de hombre ilustrado, muy interesado en las artes, las ciencias y sus aplicaciones prácticas, entre ellas la agricultura, contactó con el gran arquitecto Agustín Sanz, el mejor de su tiempo en Aragón.

Agustín Sanz fue discípulo y colaborador de Ventura Rodríguez, el autor del Museo del Prado, entre otras obras notables. Ambos colaboraron en el diseño y construcción del camarín de la Virgen y de algunas de las cúpulas de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Agustín Sanz es el arquitecto aragonés más conocido del siglo XVIII. Fue autor de numerosas Iglesias por todo Aragón, así como de destacadas obras civiles como el Teatro Principal de Zaragoza, aunque posteriormente, éste último fue modificado.

Entre los encargos de obras religiosas que IX Duque de Híjar, D. Pedro de Alcántara Fernández de Híjar encomendó a Agustín Sanz, destacan las Iglesias de la Puebla de Híjar, Vinaceite y Urrea de Gaén, Iglesias muy notables que se construyeron entre 1766 y 1781. La de La Puebla de Híjar tiene un diseño más convencional, pero las de Urrea y Vinaceite tienen planta de forma oval, muy poco común, aunque muy del gusto del estilo imperante entonces, el barroco clasicista.

El Duque de Híjar, además de contratar al mejor arquitecto aragonés para diseñar las nuevas Iglesias de sus dominios, contó para su decoración con artistas muy destacados, como el escultor Joaquín Arali, o los pintores Ramón Bayeu y Francisco de Goya.



Ver las imágenes de origen

Fotografía 7: La Iglesia de S. Pedro Mártir, de Urrea de Gaén


Las obras de arte que contenían estas Iglesias, tampoco se libraron del saqueo o de la quema en el trágico verano de 1936, momento en el que tuvo lugar otro episodio gravísimo de destrucción de un importante patrimonio artístico.

Ocurrió en Urrea de Gaén, de cuya Iglesia de San Pedro Mártir desaparecieron nada menos que un cuadro de Francisco de Goya, titulado “La aparición de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago en Zaragoza”, que al parecer, había sido un encargo personal del Duque de Híjar al famoso pintor, y también el Retablo Mayor, realizado por Ramón Bayeu, académico de Bellas Artes, cuñado y colaborador de Goya en los frescos de las cúpulas del Pilar y en otras obras importantes. Hoy, al igual que los tesoros artísticos desaparecidos de la Iglesia de Híjar, tendrían un valor incalculable.


Autor : Enrique Garralaga Robres.

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