sábado, 24 de febrero de 2024

PATRIMONIO DE HÍJAR DESAPARECIDO (4) MONUMENTOS, OBRAS MAESTRAS Y DOCUMENTOS DE HÍJAR QUE SE PERDIERON PARA SIEMPRE . Autor : Enrique Garralaga Robres




LA IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR DE HÍJAR.-

2.- El antiguo Altar Mayor de la Iglesia de Híjar.- Mucho peor aún que la destrucción de la maravillosa imagen del Cristo crucificado, que se comentó en la parte (3), fue la quema, en la misma ocasión, de todo el retablo del Altar Mayor. Era una Obra Maestra absolutamente extraordinaria, excepcional, fechada y documentada en 1534. La talla de las figuras y de la ornamentación, de estilo renacentista italiano, así como el plan general del retablo, los realizó el genial escultor Juan de Moreto. Del dorado de las imágenes y los ornamentos, así como de las pinturas, se encargó el conocido artista Gaspar de Ortiz.

No describiré, ni incluiré más explicaciones sobre este soberbio retablo, porque ustedes pueden fácilmente, si lo desean, consultar un artículo escrito en 1934, dos años antes de la destrucción de este Altar Mayor. En él, los escultores hermanos Albareda, lo describen detalladamente y lo comentan con mucha admiración. Este artículo se publicó en “eshijar” el 8 de abril de 2022.



Fotografía 3: El antiguo retablo del Altar Mayor

Nos haremos una idea de la importancia del escultor Juan de Moreto, repasando algunos datos de su extraordinaria producción artística. Procedía de Florencia, la ciudad en la que se fraguó el estilo artístico predominante en el Renacimiento italiano. Cuando se trasladó al Reino de Aragón, intervino, junto a los mejores artistas de su tiempo, en las Catedrales de Jaca, La Seo y el Pilar, donde se conserva su obra más importante: la maravillosa sillería del coro, una de las más admiradas de toda España. También trabajó en varias Iglesias y Conventos de Zaragoza, Borja, Tauste, Sallent, Alquézar, etc. En las proximidades de Híjar, eran también obra suya, o de su taller, otros retablos de menor tamaño, como los de La Fresneda y La Cerollera, que ardieron en 1936, así como el de Belchite, que también despareció.

Para compensar en la medida de lo posible, la pérdida de esta grandiosa obra de arte en la Iglesia de Híjar, al terminar la Guerra Civil se encargó a los escultores antes citados, los hermanos Albareda, que realizaran una reproducción de este retablo, basándose en las fotografías existentes; reproducción que se terminó en 1946, y que es la que actualmente podemos ver en nuestra Iglesia.

Naturalmente, esta réplica, ni tiene el mismo valor histórico, ni tampoco el enorme valor artístico del retablo antiguo que, como todas las obras de arte extraordinarias, es prácticamente imposible de reproducir con toda fidelidad; sobre todo, cuando ya no se puede realizar una copia directa del original, sino solo a partir de fotografías o dibujos. Pero por lo menos, aún disponemos de una reproducción, bastante digna, de esta obra monumental, que nos da una idea de cómo fue originalmente.


3.- Otros objetos pertenecientes a la Iglesia de Híjar, desaparecidos.- Por desgracia, no se perdieron solamente en aquella ocasión las dos auténticas joyas comentadas hasta ahora. La hoguera en la que la que ardieron tuvo que ser de buen tamaño, porque también se quemaron entonces todos los demás altares que había en la Iglesia; entre ellos, por ejemplo, uno muy vistoso dedicado a S. Braulio, de estilo barroco, con un baldaquino rodeado de seis columnas de las llamadas “salomónicas”. También se prendió fuego a todas las imágenes que se sacaban en procesión en nuestra Semana Santa.

Sin embargo, no se tiene ninguna noticia de que fueran a parar a esta gran hoguera los numerosos cálices, patenas, crucifijos, custodias, candelabros, relicarios y muchos otros valiosos objetos de uso litúrgico, elaborados en metales preciosos, oro y plata. Ni tampoco las magníficas vestiduras de uso litúrgico de la sacristía. A pesar de la ideología presuntamente anarquista de los asaltantes de la Iglesia, y a pesar de su proclamado desdén por las riquezas materiales, estos valiosos objetos, ni se quemaron, ni tan siquiera se chamuscaron. Como el lector podrá comprender, tras el saqueo de la Iglesia, “desaparecieron” y nunca más se supo de ellos.


Fotografía 4: Tres valiosísimas casullas, que fotografió en la Iglesia de Híjar en 1909, el eminente arqueólogo Juan Cabré


4.- También ardieron los archivos parroquiales y municipales.- Esta pérdida, aunque pueda parecer que no es tan espectacular como las ya mencionadas es, sin embargo, importantísima, irreparable. Allí se perdieron para siempre datos valiosísimos sobre nuestro pasado, que hoy nos gustaría conocer. Además, muchos de los documentos antiguos que allí se guardaban, estaban escritos en pergamino, y tenían un gran valor artístico e histórico. Lo único que se conserva es una relación de los documentos que contenía el archivo parroquial, así como la transcripción de algunos de ellos, recopilados por D. Florencio Jardiel.

En otro orden de cosas, se profanaron las tumbas, y se dispersaron los restos que contenían, de dos religiosos ilustres: El Padre Selleras, franciscano, guardián del Convento de Híjar, fallecido en 1622, y Don Florencio Jardiel, sacerdote, canónigo, predicador y capellán real, escritor, historiador y académico de Bellas Artes de San Luis en Zaragoza. Había nacido en Híjar, en 1844, y falleció en Zaragoza en 1931.

Desgraciadamente, los anarquistas quemaron también por completo todos los archivos municipales, dejando “huérfanos” de valiosísimos datos sobre nuestro pasado, a todas las personas interesadas en nuestra historia. Fue otra pérdida irreparable.


Autor : Enrique Garralaga Robres.

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