sábado, 24 de febrero de 2024

PATRIMONIO DE HÍJAR DESAPARECIDO (3) MONUMENTOS, OBRAS MAESTRAS Y DOCUMENTOS DE HÍJAR QUE SE PERDIERON PARA SIEMPRE . Autor : Enrique Garralaga Robres .



LA IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR DE HÍJAR.-

Esta serie de artículos pretende recordar, especialmente a quienes son los más jóvenes, las pérdidas más importantes sufridas en el conjunto de nuestro Patrimonio histórico y artístico, que antaño fue extraordinariamente rico, mucho más de lo que hoy se imaginan la mayoría de sus habitantes actuales. Las partes (1) y (2) de esta serie, que se publicaron en “eshijar” los días 14 y 15 de noviembre de 2021, se dedicaron al Convento de Híjar, quemado intencionadamente  en 1936, y a las importantes obras artísticas que contenía.

Es ahora el momento de revisar las extraordinarias Obras Maestras que, desgraciadamente, se perdieron para siempre en otro de nuestros edificios emblemáticos: la Iglesia de Santa María la Mayor de Híjar. En esta parte (3) de la serie, y en la siguiente, recordaremos los lamentables destrozos causados en su interior, que fue totalmente arrasado por los milicianos anarquistas catalanes en julio de 1936, al comienzo de la Guerra Civil. En su intento de acabar con la sociedad existente, para construir otra radicalmente nueva, los anarquistas no dudaron en exterminar completamente cuantas obras artísticas, literarias, monumentales, archivos, bibliotecas, etc, se encontraron a su paso. Lamentablemente, esa destrucción fue acompañada también por violencia física y fusilamientos, que es mejor olvidar.

En las partes (4) y (5) de esta serie, haremos mención de la destrucción de la valiosísima documentación histórica que se guardaba en los archivos parroquiales y municipales, que fueron totalmente quemados. Y también, de las lamentables pérdidas artísticas en todas las demás iglesias, ermitas, etc, construidas por los Duques de Híjar en sus dominios.

Más adelante, dedicaremos otros capítulos al exterior de la Iglesia de Santa María la Mayor de Híjar, es decir, a la estructura de este magnífico edificio, y a las muchas transformaciones que ha sufrido a lo largo de los siglos. Acostumbrados como estamos a su aspecto actual, nos parece extraño admitir que ha sufrido muchas transformaciones, de modo que su apariencia interior y exterior ha cambiado muchísimo a lo largo de los siglos.



Iglesia de Santa María la Mayor de Hijar

Fotografía 1: Aspecto actual del interior de la Iglesia Parroquial de Híjar


1.- La imagen de Cristo crucificado.- De entre las Obras Maestras desaparecidas en la Iglesia de Híjar en los trágicos sucesos de 1936, la primera que comentaremos es la que se aprecia en la fotografía siguiente. Vemos en ella una bellísima imagen de Cristo en la cruz, tallada en madera y policromada, que fue quemada, junto a casi todo lo que contenía la Iglesia. Se le conocía popularmente como “El Cristo de los milagros”.

En 1918, año en el que se tomó esta fotografía, la imagen estaba expuesta delante del Altar Mayor. Lo estaba con motivo de las desesperadas rogativas que tenían lugar entonces a causa de la mortífera epidemia mundial conocida por los historiadores como “La gripe española”, que se calcula que causó unos 20 millones de muertes en todo el mundo. En nuestro país tuvo tal magnitud que llegaron a agotarse los ataúdes en muchas ciudades españolas. Tuvo una incidencia especialmente grave en el Bajo Aragón, en donde entre Híjar y las demás poblaciones de su partido judicial, fallecieron bastantes centenares de personas en tan solo un poco más de dos meses.


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Fotografía 2: El Cristo de los Milagros

Volviendo ahora nuestra atención a esta magnífica imagen, que fue quemada en la Iglesia de Híjar, desconozco quién fue su autor y cuándo fue tallada. Según Laborda, el Padre Selleras, guardián del convento de Híjar, recomendaba la devoción a este Cristo allá por el año de 1620. Aunque nunca tuve la oportunidad de admirarla directamente, por la extraordinaria calidad que aparenta en la fotografía, por la maravillosa precisión en los detalles anatómicos, tan espléndidamente tallados: la cabeza, la caja torácica, los brazos, piernas, manos, etc, no me extrañaría que este artista fuera uno de los grandes maestros de la Edad de Oro de la escultura religiosa española.

Las imágenes de muchos Cristos crucificados, sobre todo las de la escuela castellana de imaginería, suelen tener un aspecto muy dramático, que intenta transmitir al espectador una sensación de dolor muy intenso, o de agonía. Sin embargo, y aunque esto sea una apreciación personal mía, me parece que el artista que talló esta magnífica obra maestra no pertenecía a dicha escuela castellana; lo supongo, porque creo que intentó, y consiguió, dotar a este Cristo crucificado de una apariencia que, en lugar de sufrimiento o amargura, sugiere más bien la idea de serenidad ante la muerte.

En la parte (4) siguiente se comentarán otras importantes pérdidas patrimoniales sufridas en 1936 en nuestra Iglesia.




Autor : Enrique Garralaga Robres.

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